Ayer estuve en una ciudad que todos conocemos, pero en la que muy pocos han estado. La conocemos desde que éramos peques y tiene que ver con unas ratas... Sí, se trata de Hamelín o Hameln en alemán. El tiempo como siempre no acompañó, pero bueno... Si tuviera que esperarme al buen tiempo para hacer cosas, no haría nada de nada.
En Hameln tienen un cuento (nunca mejor dicho) con lo del flautista. Por el centro puedes encontrar la librería de la ratas, el café de las ratas, la torta de rata (no me preguntéis qué lleva)...
Es una ciudad bonita. Lo único que me ha decepcionado es que el flautista de Hamelín (un chico disfrazado del personaje que va por las calles del casco antiguo) no toca la flauta, ¡toca el clarinete! Que desastre... Ahora va y resulta que ya no es el flautista de Hamelín, ahora es el clarinetista de Hamelín. Que desastre... Aunque el de la foto parece que esté tocando la dolçaina :-)
Un besito,
Eugenia
